miércoles, 9 de febrero de 2011

Prototipo, luego existo

A través de estas dos lecturas, a las cuales podemos accesar por la biblioteca digital del Tecnológico de Monterrey, nos damos cuenta una vez más de los múltiples beneficios que nos otorgan las tecnologías de prototipado rápido. Al parecer los ingenieros se han ahorrado bastante trabajo con estas máquinas, pues un montón de cálculos que antes se realizaban sobre una pieza ficticia o de la que lo máximo que se podía ver era su modelación en pantalla hoy en día pueden realizarlos sobre la pieza real.

De la pantalla a las manos, los ingenieros pueden demostrar si sus piezas son tan eficientes como ellos creen, antes de realizar una gran inversión. De esta manera la insutria ahorra muchísimo dinero y evita inversiones fallidas por cálculos mal hechos, y no sólo eso, si no que se pueden mejorar piezas que creían totalmente resueltas. La industria ha acelerado sus procesos gracias a estos avances.

Las piezas que se logran a través de estos métodos son tan pequeñas y detalladas como sea necesario, con las tolerancias necesarias y logrando esambles casi reales. Todo esto gracias al material de soporte que durante la impresión sirve para lograr imprimir lo que se ve en pantalla y del cual se pueden desaser con un simple baño para la pieza.

Cada vez más industrias deciden invertir en la maravilla de la impresión 3D y cualquier profesional que se dedique a desarrollar cualquier tipo de pieza en grandes cantidades debe de dominar estas técnicas de prototipado que se volverán básicas para cualquier proceso industrial.

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